- Sí hijo, sí. Ella duele en cada paso que damos y en cada huella que dejamos.
- Sí hijo, sí. Ella llora cada vez que cerramos los ojos y volvemos la cara.
- Sí hijo, sí. Tus padres, con su amor, lo sembraron en el fondo de tu corazón.
-(¡Qué sencillo es todo!)
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