jueves, 19 de mayo de 2011

¡Estoy tan solo en esta barca!

Anoche,
un rayo de sal,
me ocultó el Norte
y hoy el sol
no quiere acompañarme.
La luna me abandonó y ...
¡estoy tan solo en esta barca!

¿Por dónde juegan los peces?
¿Por qué el mar se olvidó de mí?
No tuve la culpa yo ... no,
si las redes de los tiempos
acecharon los sueños
de cada día.

Anoche,
una estrella muerta
se entretuvo en mis sienes
y hoy las nubes
apagaron el horizonte.
La ternura del agua escapó
por los filos de mi alma, y...
¡estoy tan solo en esta barca!

¿Dónde se quedaron las olas?
¿Por qué el viento huyó de mí?
No tuve la culpa yo ... no
si las playas se perdieron
por detrás de las sonrisas,
por detrás de las espumas.

Anoche,
el amor fue mi pecado,
y hoy el mar
me condena,
mudo,
a una penitencia tirste.

Si me oyes, diles que ...
¡estoy tan solo en esta barca!



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