jueves, 9 de febrero de 2017

Instante cero.

Primer instante ... Génesis, origen.
¡Antes de tí, nada!
La ausencia de toda esencia,
de toda cantidad y forma.
Aún ni caos, ni luz, ni almas.

Punto primigenio... Instante cero.
¡Despúes de tí, todo!
El acto y la potencia.
El dolor y la ternura.
El ser y la palabra.

Y yo presente,
ávido de ti, con hambre vieja,
quedo en luna transformado,
en estrella fría y dura demudado.  

Contemplando este vacío,
lleno de océanos y de dunas, 
de lágrimas, sangres y sombras, 
de montañas, de ríos y de dunas.   

Ser


Se trata de ser...

De ser bruma a través del bosque
que derrumba sus hojas

sobre nosotros,
cubriéndonos de incertidumbre
y de tiempo.

De ser rayo de luz sobre el agua
que nos lleva tumultuosa, turbia,
de pensamiento en pensamiento.

De ser desnudo de aire y de viento,
a pesar de la piel 
y de las sombras.
Se trata de ser auténtico.

Se trata de ser...

De ser y de morir gota a gota
y, a pesar del dolor, renacer,
a pesar de la oscuridad
de aquí adentro.

De ser y de fluir.
No de pasar , sino de quedarse
en cada ahora.
De ser inquilino del tiempo.
De ser eterno.

Se trata de ser luz.
De ser lo que se es.
No de ser algo. No de ser alguien.
Se trata de contemplarnos 
y reconocernos.

Se trata de ser.

No de saber o tener.
De ser vapor y nube y lluvia.
De ser horizonte y camino.  
De ser música.
De ser silencio.

Se trata de ser uno.