lunes, 21 de abril de 2014

Todo es deseo


¡Todo es deseo ...!

Todo aquello que pensamos,
sentimos, hablamos,
reímos y lloramos ...
todo es deseo.

Es un querer futuro ...
una aspiración, una idea,
una sombra, un fantasma,
un "será".

La única realidad es el deseo.
Amamos porque deseamos,
amamos lo que anhelamos,
queremos amar y ser amados
como ansiamos.

Deseamos ser ...
Deseamos estar ...
Deseamos vivir y respirar ...

Todo es deseo, búsqueda, camino ...
un infinito ir y nunca llegar ...
un discontinuo querer y no poder, ...
un fluir, continuar ...

¡Todo es deseo!
¡Todo poema es anhelo!



¿Qué hago?


¿Qué hago yo con esto que siento?
Con esta llama inconclusa
que me devora por dentro,
con esta lechosa luz que
emana de lo profundo,
con esta roja pasión
que me arroja desde el tiempo.


¿Qué hago con estas ganas

que se escurren por mis manos?
Con este líquido amor, 
tan caníbal,
tan perverso, 
tan humano.

¿Qué hago con el deseo

de saborear tu sombra
y pasear la ternura 
por el brillo de tu cielo?
Y fundirme como un hielo,
lentamente, entre tus ropas.

Dime corazón ...

¿qué hago? ...
... si no te tengo ...

Somos ...

Somos el recuerdo de alguien ...
... la duda de alguien ...
... la espera de alguien ...
... el anhelo de alguien ...
... el futuro de alguien ...
... una huella de alguien ...
... el susurro de alguien ...
... la fuerza de alguien ...
... la lucha de alguien ...
... el apoyo de alguien ...
... la sonrisa de alguien ...
... la luz para alguien ...
... una lágrima en alguien ...
... la ilusión de alguien ...
... la razón de alguien ...
... la herramienta de alguien ...
... la medicina de alguien ...
... un veneno para alguien ...

... esto y más somos 
para alguien.

jueves, 10 de abril de 2014

Transparente

Te recuerdo, con un dolor
                                                    transparente,
sin que me hiera la luz, 
aún queriendo, 
sin que me hiera el olvido, 
                                                   iridiscente.

Tu imagen se difumina, 

                                                  opalescente
en un querer y no puedo;
en un cristal incoloro, 
en un sólido latiendo,
                                                 refulgente

 Y permaneces etérea,

                                                delicuescente,
disolviéndote en el aire.
Es tu figura perfecta,
eres casi niebla, casi nube
                                                indiferente.

Ahora roca, luego bruma, 

                                                incandescente.
Quizás agua, hielo o lava, 
quizás metal, quizás musgo, 
Ahora brillo divino, puro, 
                                                 irreverente.

Y me atraviesas el sueño

                                                 intermitente;
en un ir y venir vibrando ...
Así te recuerdo yo, 
casi luna, casi noche, sin dolor, 
                             casi sol evanescente.
                                               




martes, 8 de abril de 2014

La verdad ...

La verdad no es absoluta. 
No es con mayúsculas. 
Todos mentimos. 
Manejamos la realidad 
a nuestra conveniencia 
y la fabricamos según 
nuestras circunstancias.
El arte de muchos es procurar que 
esa falacia no se advierta.

La realidad no es más que un acuerdo social.

Acordamos qué está bien,
 qué está mal, qué es lo justo,
qué es lo bello ... 
Por eso nos dan miedo
 aquellos que no aceptan ese acuerdo 
y los marginamos.

La verdad, como la vida misma,  
es contraste,  desequilibrio,
diferencias, movimiento ...

Así ... 
la oscuridad revela 
la ardiente belleza de la llama ..., 
el prisma separa 
la cálida variedad del arco iris de la insípida blancura de la luz ... 
y el silencio provoca 
la súbita emoción de la música.

La verdad
es una batalla sorda y constante 
entre posturas e imposturas.

No hacemos más que separarnos, 

resaltar las diferencias, alejarnos, ... 
buscando la verdad, la supuesta absoluta verdad.

Sin embargo, 

somos tan iguales y tan distintos a la vez ...  estamos hechos de los mismos miedos,
anhelos y sinrazones, 
de los mismos pecados y amores,
de la misma angustia y de la misma paz. 

No hay verdad absoluta.

 Hay distintas, infinitas verdades, 
todas veraces y no juzgables.