Llegas temprano luna.
Aún el sol está alto
y el cielo es demasiado azul
para contenerte.
Pareces apenas una nube
pero ya te adivino.
Aún relucen los rayos en las olas.
Aún bailan sus brillos en la espuma.
Aún la gente corre y pasa.
Queda tiempo.
Aún las aves vuelan alto, celebrando
la tibieza de la tarde.
¿A qué vienes tan pronto?
Pareces asomada a la mirilla
de la puerta, aún cerrada, de la noche.
Observando. Escrutando.
Desde pronto quieres ser testigo
de lo nuestro más íntimo.
Estás ansiosa por cubrirme con tu bruma,
por reclamar tu luz en cada calle.
Qué celosa eres.
Dame tiempo.
De dar los últimos besos,
de bajar la mirada,
de guardar nuestros versos...
Dame tiempo...
que no estoy preparado,
que me asusta el silencio de tu órbita;
que tanta soledad cerrada
me abruma.
Dame tiempo para morir el día.
Aún es muy pronto, luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario