lunes, 4 de enero de 2016

Llegas temprano luna

Llegas temprano luna.
Aún el sol está alto
y el cielo es demasiado azul
para vislumbrarte, para contenerte.
Apenas una leve nube pareces,
pero ya te adivino luna.

Aún relucen los rayos en las olas,
aún bailan los brillos en la espuma,
aún la gente corre, se turba y pasa.
¡Queda mucho luna!

Aún las aves vuelan alto, celebrando
la tibieza de la tarde.
¿A qué vienes tan temprano luna?

Pareces asomada a la mirilla
de la puerta, aún cerrada, de la noche ...
Observándonos, escrutándonos.
¡Qué cotilla eres luna!
Desde pronto quieres ser testigo
de lo nuestro más íntimo.

Estás ansiosa por cubrirnos con tu bruma,
de ser la única farola en cada calle.
¡Qué celosa eres luna!

Danos tiempo,
de dar los últimos besos,
de bajar las miradas,
de leer nuestros cuentos ...
danos tiempo ...
que no estamos preparados,
que nos asusta el silencio
de tu noche, luna;
que tanta soledad cerrada 
nos abruma.

Danos tiempo para morir el día
que aún es muy pronto luna.

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